Descripción del Proyecto

El terremoto y tsunami de 2010 destruyó 11.400 edificios en la costa de Chile – destruyendo las casas y los medios de vida de la gente. Para estas familias, el programa de reconstrucción del gobierno podía implicar una reubicación en un lugar más seguro alejado del mar, pero esto habría significado no sólo la pérdida de sus viviendas, sino también su trabajo e identidad comunitaria.

El desafío de reconstruir estas viviendas y medios de vida -íntimamente vinculados al mar- implicó el diseño de viviendas sociales adaptadas a las necesidades locales y resilientes frente a eventos naturales extremos.

Las viviendas sociales resilientes ayudaron a conservar la cultura e identidad de las comunidades costeras y apoyaron las fuentes de empleo. Un total de 180 casas ‘tipo palafitos’ fueron construidas en cinco pueblos costeros para familias de la zona que obtienen sus medios de vida de la pesca o de la recolección de algas.

Fines y Objetivos 

El propósito del proyecto fue desarrollar un nuevo modelo de vivienda social resiliente para ayudar a la reconstrucción de las comunidades costeras. Los objetivos del proyecto fueron:

  1. Reconstruir comunidades de familias que viven de la actividad costera, a través de reconocer y respetar sus necesidades y deseos como también las tradiciones arquitectónicas.
  2. Ayudar a pescadores y recolectores de algas[1] a recuperar sus medios de vida, los cuales están estrechamente vinculados a la costa.
  3. Diseñar vivienda de alta calidad y resiliente, que cuente con la capacidad de minimizar el riesgo ante un futuro evento natural como un tsunami o marejadas extremas; y que siendo afectada en el futuro por un evento natural costero permita una reconstrucción o reparación simplificada y más rápida.
  4. Apoyar el desarrollo de la cultura costera, la cual constituye una tradición nacional.

Contexto    

La costa chilena se caracteriza por pueblos y caletas adonde la pesca y recolección de algas no sólo son las principales fuentes de ingresos sino que también están fuertemente vinculados a un sentido de cultura e identidad.

Pero la costa también presenta significativas amenazas. La costa chilena es uno de los lugares más activos geológicamente de la tierra. Muchos terremotos ocurren cada año, ocasionalmente y sin aviso suceden grandes terremotos y tsunamis asociados a éstos. Un evento como tal ocurrió en 2010. En esa ocasión, las personas de la región del Bío Bío perdieron sus hogares y todas sus pertenencias. Futuros desastres naturales son casi seguros, exponiendo a estas comunidades a amenazas continuas. Este riesgo es empeorado por el tipo de vivienda típica de la zona: generalmente de auto-construcción, con poca gente adhiriendo a las regulaciones y estándares de construcción. Las familias no desean alejarse de sus medios de vida, creando entonces una situación de vulnerabilidad.

El diseño de la nueva vivienda busca aumentar la resiliencia de estas comunidades, permitiéndoles permanecer en la costa y al mismo tiempo asegurar su seguridad.

Características clave

Un diseño innovador para vivienda social resiliente que respeta la identidad costera y los deseos de las comunidades de permanecer en el mismo lugar, y les permite recuperar sus medios de vida.

Las nuevas viviendas están diseñadas arquitectónica y estructuralmente para ofrecer mayor seguridad a las familias y permitir una recuperación temprana en caso de ser afectadas por un nuevo tsunami o fuertes marejadas.

Luego del desastre, las comunidades afectadas fueron actores clave en las decisiones sobre lo que debía suceder luego. Hubo una colaboración cercana entre estas comunidades y los profesionales de vivienda en la etapa inicial de evaluación técnica. A través de grupos de sondeo con dirigentes vecinales se identificaron los temas más relevantes y delicados que debían ser considerados para la reconstrucción de las localidades costeras.

Se realizaron consultas a cada una de las familias, y se preguntó sobre su voluntad de permanecer en mismo lugar o ser reubicadas en un lugar más seguro. En talleres comunitarios se expusieron los ‘pro’ y ‘contra’ de cada opción. Muchas familias eligieron permanecer en el borde costero, ya que su subsistencia dependía de la actividad pesquera artesanal. Las comunidades que decidieron permanecer en los mismos lugares pasaron a formar parte del programa de Viviendas Sociales Resilientes.

Se realizaron talleres comunitarios con estas familias, adonde se debatieron y acordaron los aspectos de la fisonomía y funcionalidad de las nuevas viviendas que son importantes para ellos. Luego de esto, la propuesta de diseño fue finalizada en asambleas o talleres en cada localidad.

El programa se enfocó en varias actividades relacionadas:

  • Identidad y arquitectura: analizando cómo podrían integrarse los materiales y elementos de arquitectura tradicionales al estilo arquitectónico y de diseño de las viviendas.
  • Actividades económicas: apoyando a los pescadores y recolectores de algas a adquirir equipamiento y botes; apoyo para pequeños y medianos emprendimientos para establecer actividades comerciales y un programa de capacitación más amplio.
  • Actividades culturales: el desarrollo de varios programas que incluyen un festival anual ‘Viva Dichato’.

El desarrollo y colaboración de distintos actores e instituciones fue fundamental en cada localidad, incluyendo:

  • familias de la zona y residentes;
  • las autoridades técnicas y políticas de cada municipalidad;
  • el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (que proporciona fondos y recursos);
  • las Universidades (llevando a cabo evaluaciones de riesgo);
  • el Servicio de Vivienda y Urbanismo (asegurando el estándar técnico de las edificaciones);
  • distintas empresas constructoras (en la ejecución de las obras);
  • el equipo del Plan de Reconstrucción del Borde Costero del Gobierno Regional del Bío Bío (a cargo de la coordinación del proyecto).

¿Cómo se financia?

Los costos de las Viviendas Sociales Resilientes fueron cubiertos como parte del Programa de Reconstrucción Post Terremoto y Tsunami del año 2010 del Ministerio  de Vivienda y Urbanismo.  El costo de cada Vivienda Social Resiliente fue de hasta US$ 25.000.  Los residentes ya habían sido identificados como beneficiarios de vivienda social por su necesidad y por ello pudieron beneficiarse con viviendas nuevas sin costo, sin obtener préstamos ni deudas.

Los costos anuales de mantenimiento son asumidos por cada familia, lo que pudieron lograr a través de restablecer sus medios de vida costeros.

¿Qué impacto ha tenido?

El proyecto demuestra que las políticas públicas habitacionales pueden y deben respetar las identidades locales y asegurar un desarrollo conjunto con la comunidad. Este proyecto ha ubicado al concepto de resiliencia en el centro de las políticas públicas de reconstrucción en Chile, que por su geografía es muy propenso a desastres naturales. La política pública se enfocó en las necesidades de la comunidad, pero reconociendo el valor y el derecho a permanecer en el lugar donde la gente habita. Esto ha facilitado la recuperación no sólo de la vivienda, sino también de las comunidades costeras en sí mismas, su cultura, identidad y dignidad.

¿Por qué es innovador?

Aunque el país está caracterizado por su condición geográfica, este tipo de viviendas resilientes a los a tsunami o las tormentas costeras es nuevo y brinda oportunidades para las comunidades afectadas por el cambio climático global.

Viviendas Sociales Resilientes fue un programa de vivienda social pionero en Chile, ya que sus características fueron diseñadas y adaptadas a los requerimientos de la comunidad y la geografía costera.

El diseño de otros programas de vivienda social en Chile no es ni el resultado de un proceso participativo con la comunidad ni está pensado para enfrentar una eventual inundación costera, ya que su estándar de cálculo estructural no está concebido para su emplazamiento en áreas costeras.

Algunas de las singularidades incluyen:

  1. Las viviendas son “palafitos” sismo-resistentes, respondiendo a un modelo de cálculo estructural que considera los desafíos singulares de un área propensa a inundaciones.
  2. El primer piso es libre e inundable ante un eventual tsunami, y puede ser utilizado como lugar de trabajo o bodega.
  3. El núcleo vital (dormitorio, cocina y baño) se encuentra en altura a una cota de mayor seguridad, lo que facilita su recuperación luego de una inundación por tsunami o por altas marejadas.
  4. El diseño de las viviendas reconoce la tradición arquitectónica local, expresada por las comunidades durante el proceso de diseño.
  5. El diseño estructural permite una reconstrucción más temprana ante un eventual desastre natural extremo.

¿Cuál es el impacto medioambiental?

El proyecto aborda la sustentabilidad como la conservación y adaptación de la vivienda al entorno costero y sus condiciones de alto riesgo:

  1. Las viviendas tipo “palafito” son una adaptación a las condiciones del lugar y tienen menor impacto en el ambiente y topografía de la zona.
  2. Este tipo de construcción internaliza las condiciones de riesgo costero. La estructura  protege el núcleo vital de la vivienda sobre una cota segura, lo que se logra mediante una plataforma de pilares y losa calculadas para un mejor comportamiento frente a futuras inundaciones.
  3. Las viviendas son resilientes, ya que su diseño permite un mejor comportamiento frente a desastres naturales de tipo terremoto y tsunamis, y una recuperación (reconstrucción) más rápida. Las nuevas viviendas sociales siempre estarán expuestas al riesgo de eventos naturales pero su estructura brindará mayor resiliencia.

Las viviendas están construidas de acuerdo con las especificaciones de cálculo sismo resistente; hormigón armado y acero de alta resistencia, en la plataforma de palafitos y, sobre esta plataforma se emplea madera (que constituye el material tradicional de construcción popular en la zona).

Las Viviendas Sociales Resilientes cumplen con la reglamentación térmica chilena establecida en la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones. De igual modo cumplen con las exigencias de conexión a la red eléctrica, de alcantarillado y agua potable.

¿Cómo es su sostenibilidad financiera?

Por tratarse de un programa de viviendas sociales desarrollado luego del terremoto y tsunami del año 2010, se destinaron fondos únicamente para el periodo de reconstrucción. Se asume que los nuevos residentes deberán cuidar sus nuevas casas y aportar para su mantención y conservación, de la misma forma que lo hacen todos los beneficiarios de viviendas sociales en Chile.

Las Viviendas Sociales Resilientes permitieron que las familias pudieran permanecer en los lugares que habitaban antes del desastre, y esto ha contribuido a recuperar sus fuentes de ingresos, sus economías locales y su red de apoyo comunitario.  Este factor ha sido determinante para la resiliencia económica y social de estas comunidades.

¿Cuál es el impacto social?

Las consecuencias del desastre provocado por el terremoto y tsunami de 2010 no son sólo la pérdida de bienes materiales, incluida la vivienda, sino también el riesgo de la pérdida de trabajo, ingresos y la ruptura de comunidades y de la cohesión social.

La destrucción del hábitat construido implica la pérdida de acceso a los servicios, el debilitamiento de la red de apoyo familiar y vecinal y afecta otros aspectos de la vida cotidiana de las familias.

Existen varios aspectos sociales del proyecto:

  1. El trabajo colaborativo y en conjunto con las familias afectadas permitió que la opinión y la voluntad de los afectados se vea mejor reflejada en la solución de su problema. Este proceso conjunto con la comunidad permitió fortalecer el empoderamiento de la comunidad y el desarrollo de vínculos, lo que aumentó su capital social.
  2. La flexibilidad del proyecto de reconstrucción para buscar soluciones habitacionales diferentes a las tradicionales, capaces de adaptarse a las necesidades del borde costero (económicas, culturales, etc.) fue clave para diseñar las nuevas viviendas. Esto ha ayudado a recuperar las viviendas y al mismo tiempo ha apoyado al tejido social de las comunidades a través de promover su cultura e identidad propias.
  3. Las resiliencia de las nuevas viviendas sociales ayudará  a mejorar la resiliencia social de las familias cuando enfrenten futuros desastres naturales.
  4. El proyecto permitió que las comunidades permanezcan en el lugar donde habitaron por décadas, y por ello se evitó un proceso de reubicación.
  5. La calidad de la vivienda también tiene un impacto sobre la salud de los residentes, que se han beneficiado de mejores condiciones de vida y de casas más seguras.

Si bien el proyecto se enfocó en las familias afectadas – principalmente pescadores y recolectores de algas – también se produjo un impacto muy significativo en toda la comunidad del lugar, que pudo recuperar la riqueza de su hábitat y medios de vida costeros. La comunidad más amplia ha sido muy afectada por el tsunami, y no solamente aquellos que perdieron su hogar. Los vecinos y familiares han proporcionado vivienda y apoyo a otros, los medios de vida se vieron afectados allí donde la gente dependía del trabajo de su vecino, y las redes familiares fueron puestas a prueba o sufrieron rupturas. Este programa ayudó a re-establecer esos vínculos – entre familias, entre la comunidad y en conexión con el empleo. Esto no hubiera sucedido si las familias afectadas hubieran sido reubicadas a otras áreas.

Obstáculos Encontrados

Ámbito institucional:

  • Las instituciones involucradas eran tradicionalmente conservadoras en su enfoque y no innovadoras naturales. Esto dificultó el desarrollo del modelo. Para resolver esta limitante se reforzaron los equipos de trabajo a través de añadir el tiempo y habilidades necesarias para ayudar a influenciar a las personas clave.

Ámbito político:

  • La prioridad de muchos políticos de la zona era una respuesta rápida a las necesidades de vivienda causadas por el tsunami. Esto hizo que la naturaleza integral del proyecto sea más difícil de implementar. Este desafío fue superado a través de dedicar más tiempo a comunicar los beneficios del enfoque más amplio del proyecto.

Ámbito social:

  • Las comunidades afectadas debieron esperar por la construcción de las Viviendas Sociales Resilientes mientras vivían transitoriamente en campamentos de emergencia con servicios limitados.

Ámbito técnico:

  • No existía en Chile una norma de cálculo estructural para edificaciones en zonas de alta sismicidad y además de inundación de tsunami. Por esto, el proyecto tuvo que realizar su propia investigación y desarrollar nuevos enfoques. Este trabajo ha sido incorporado en las regulaciones de construcción.

Ámbito económico:

  • Las Viviendas Sociales Resilientes representaron un costo mayor que las viviendas sociales de programas regulares. Esto implicó suplementar los fondos destinados a estas viviendas, lo cual fue justificado por los mayores beneficios sociales de largo plazo.

Lecciones Aprendidas

  1. La comunidad debe ser parte de la solución al problema desde el primer momento y debe estar involucrada en cada etapa, manteniéndose bien informada con un flujo constante de comunicación.
  2. Moderar las expectativas de la comunidad es clave, en particular en cuanto a los resultados esperados, ya que esto puede afectar el desempeño del proceso y finalmente deteriorar la percepción de los resultados. Se debe ser muy claro con los plazos del proyecto y evitar el optimismo en la velocidad de ejecución.
  3. La incertidumbre o la falta de información de un proyecto puede ser uno de los principales enemigos e impedir una real apropiación por parte de la comunidad.
  4. Un proyecto es mucho más que una buena idea, es el resultado de individuos y organizaciones trabajando de manera colaborativa y de forma persistente y sistemática para construir una comunidad de ideas.

Evaluación

El proyecto de Viviendas Sociales Resilientes fue concluido el año 2014 y hasta la fecha no se han realizado estudios sistemáticos de evaluación.  No obstante, varias tesis de grado basadas en la percepción de la comunidad han mostrado un importante nivel de satisfacción de los residentes en relación a las Viviendas Sociales Resilientes [2].

Reconocimiento

  • Reconstrucción Urbana post 27F PDF – Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Chile, 2014.
  • Resiliencia urbana; aprender a habitar con las amenazas de la naturaleza: la experiencia del terremoto y tsunami de 2010 en la costa del Bío Bío. Revista Márgenes, Universidad de Valparaíso, Chile, 2015.
  • Una nueva mirada del Borde Costero. Libro Teoría y Práctica del Diseño Urbano, p. 113-122, Chile, 2014.
  • Dichato, desde la crisis a la reconstrucción. Un modelo de gestión de riesgo y resiliencia, Revista Urbano, N°27, Chile, 2013.
  • Resiliencia urbana: los desafíos de reconstruir el borde costero, Libro Espacio Urbano Reconstrucción y Reconfiguración Territorial, p.199-2012, Chile, 2013.
  • Resiliencia Urbana, la Experiencia de Reconstrucción Urbana del Borde Costero de la Región del Bío Bío, Chile. Edición especial Revista Escala, Bogotá, Colombia, 2013.
  • Plan de Reconstrucción del Borde Costero – Región del Bío Bío. Revista CA, Nº 145, p. 62 – 68, Chile, 2011.
  • Resiliencia urbana: los desafíos de reconstruir el borde costero, libro La Ciudad un Constructo Social Antropogénico, páginas 417-432, México, 2015.

Este proyecto ha sido visitado por varias delegaciones de gobiernos, académicos e investigadores de universidades nacionales y extranjeras.

Transferencia

El proyecto de Viviendas Sociales Resilientes y los conceptos asociados a la reconstrucción del borde costero están ahora incorporados en las políticas públicas del Ministerio de la Vivienda y Urbanismo del Gobierno de Chile. En la actualidad están siendo implementados en otras localidades costeras afectadas por desastres naturales, tal como la ciudad de Coquimbo (en el norte de Chile) luego del terremoto y tsunami del año 2015.

Esta experiencia ha sido un “laboratorio experimental” y ha sido presentada en congresos, seminarios y encuentros nacionales e internacionales, el más reciente en Ecuador luego de una invitación del  gobierno de este país para exponer la experiencia chilena y contribuir al proceso de reconstrucción luego del terremoto en la provincia de Manabí [3].

La resiliencia de las comunidades costeras es un tema de escala local y global,  particularmente en el contexto de la acelerada urbanización del planeta y el cambio climático. Necesitamos mayor cooperación entre las instituciones patrocinadoras para alentar al debate y las soluciones. Los organismos internacionales pueden contribuir en forma significativa a través de diseminar información, apoyar la transferencia e intercambio de experiencias, y apuntar a la creación de comunidades y redes de nuevos conocimientos.

[1] Las algas son parte de la cocina chilena

[2] Tesis de Magister: “Estrategias de planificación de las vulnerabilidades urbano sociales en el proceso de reconstrucción resiliente de la localidad costera de Dichato, VIII Región” Carolina Arriagada, Universidad de Chile, año 2015.

Tesis de Magister: “Conflicto y Disputa por una Construcción Alternativa del Territorio” Camilo Riffo, Pontificia Universidad de Católica, año 2014.

Aprendiendo de 27F, Una Evaluación Comparativa de los Procesos de Reconstrucción Urbana Luego del Terremoto de 2010 en Chile. Fondo Columbia-Chile, Global Center Santiago y CONICYT. Dirigido por Latin Lab, GSAPP Columbia University y Santiago Research Cell. Año 2015.

[3] http://noticias.ubiobio.cl/2016/06/01/academicos-de-la-ubb-asesoran-evaluacion-tecnica-y-reconstruccion-post-terremoto-en-ecuador/

http://www.ing.udec.cl/node/276

http://learnchile.cl/academicos-de-la-universidad-del-bio-bio-asesoran-evaluacion-tecnica-y-construccion-post-terremoto-en-ecuador/