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Dave Robinson (en la foto de la izquierda) es el Gerente de Área de Servicios Centrales y Comunitarios de Evolve Housing+ Support, basado en Croydon, Londres. Croydon es una de las ciudades que trabajan para terminar con el sinhogarismo como parte de nuestra Campaña Europea para Terminar con el Sinhogarismo en las Calles. En junio, Dave viajó a Bruselas para participar y aprender de su Semana de Conexiones. Croydon se encuentra actualmente planeando su segunda Semana de Conexiones, que se llevará a cabo en agosto de 2017. Aquí comparte sus reflexiones sobre sus días en Bruselas. 

Mientras nos preparamos para llevar a cabo nuestra segunda Semana de Conexiones[1] en Croydon el mes próximo (como parte de nuestra campaña local CR Zero 2020), me fui a Bruselas para ver en acción a otra ciudad miembro de la Campaña Europea para Terminar con el Sinhogarismo en las Calles.

Según Infirmiers de Rue, la organización que coordina la campaña local en Bruselas, entre 400 y 700 personas duermen a la intemperie cada noche. Sin embargo, la estadística más alarmante para mí es que 72 personas sin hogar murieron en las calles de Bruselas en 2016, con muchas de estas muertes siendo de personas que están en la segunda o tercer década de vida – jóvenes con sueños y aspiraciones que lamentablemente nunca serán concretados.

Cuando llegué a Bruselas fui directamente al centro de reuniones e inmediatamente me sorprendió la energía que había en la habitación y el entusiasmo de todos los voluntarios por comenzar. Inalterable por mi largamente olvidado francés del colegio, asenté y aplaudí educadamente con todos mientras el líder de turno emitía un grito arengador a los voluntarios, la manera perfecta de comenzar la noche. Mientras salíamos a la lluvia de la tardecita, con nuestras encuestas, pizarras y vistiendo nuestros chalecos fluorescentes, comencé a descubrir más sobre los voluntarios y su motivación para involucrarse. Había una enorme diversidad entre los voluntarios – hombres y mujeres, jóvenes y mayores, pero todos motivados por el deseo de hacer algo por un problema muy visible en su ciudad. Entre los varios profesionales representados en ambas noches, salí con un abogado, un psiquiatra y un dibujante de tiras cómicas – definitivamente no era la selección de los sospechosos de siempre llamados a encontrar soluciones a la cuestión del sinhogarismo en las calles.

Considerando el número de migrantes transitorios en las calles de Bruselas, los coordinadores habían tomado la decisión de encuestar sólo a aquellos comprometidos a permanecer en Bélgica. Un hombre egipcio, a quien conocimos junto a un sirio en un parque, me contó sobre su deseo de llegar a Inglaterra, describiendo un esperanzador mundo de reconexión familiar y mayores oportunidades. El realizará otro ‘intento’ pronto, pero por esa noche parecía que una vez más estaría durmiendo en lo que, para entonces, era un parque empapado.

Una persona que no puedo olvidar era una mujer mayor – al menos de 60 años – durmiendo bajo un puente ferroviario cercano a la estación central. Por supuesto esto en si mismo era bastante trágico, pero ella sólo hablaba italiano, y a pesar de la variedad de idiomas hablados entre los voluntarios, el italiano no era uno de ellos. No había nada más que podamos hacer en ese momento, sólo tomar nota y esperar poder hablar con ella en otra noche. Una jubilada, que no habla el idioma, durmiendo bajo un puente ferroviario en el norte de Europa en el siglo 21.

En la hora final del día final, conocimos a un hombre mayor barbudo en una parada de autobús. Inicialmente recio a completar una encuesta, eventualmente aceptó, gracias al aliento amable de los voluntarios y de un hombre sin hogar que había completado la encuesta anteriormente. Joanne, nuestra líder de equipo, estaba encantada de estar entrevistando a este individuo, ya que me informaba que el equipo de participación había estado intentando hablar con él, sin éxito, durante un par de años. Demostrando el poder de la campaña de lograr una diferencia real, el hombre incluso aceptó ser fotografiado, y hacia el final de la noche entablaba conversaciones con todos nosotros sin problemas.

Me fui de Bruselas con una fortalecida creencia en el poder de la campaña para involucrar a personas sin hogar y movilizar a la comunidad para encontrar soluciones. Todos los voluntarios con los que hablé describieron cómo la campaña había aumentado su entendimiento de los problemas que enfrentan quienes duermen a la intemperie, y que la encuesta los había motivado a trabajar junto con el resto de la comunidad para resolver estas cuestiones. Para la noche final, con algunos voluntarios completando su tercer turno seguido, alrededor de 300 encuestas habían sido completadas. Bruselas tendrá ciertamente una gran cantidad de datos para considerar cuando decida los próximos pasos a seguir.

En Croydon, luego de nuestra Semana de Conexiones en agosto de 2016, formamos un ‘Grupo de Soluciones’ que incluye a ciudadanos interesados, organizaciones del tercer sector, departamentos de vivienda y salud y organizaciones religiosas. En este grupo, buscamos superar los obstáculos que impiden que la gente salga de manera permanente de las calles y acceda al alojamiento seguro. Nos reunimos cada dos meses y hemos desarrollado grupos de ‘tarea y finalización’ comprometidos a desafiar ‘el sistema’. Los cinco flujos de trabajo son: implementar un servicio de Vivienda Primero, cambios en el sistema del Concejo de Croydon, políticas e influencia, salud, y vivienda con apoyo. También formamos un foro virtual para compartir todas las novedades. Cada grupo está liderado por un miembro del comité directivo e incluye a voluntarios y a miembros de la comunidad.

En agosto de 2017, como parte de nuestra participación en la Campaña Europea para Terminar con el Sinhogarismo en las Calles, estaremos llevando a cabo una Semana de Conexiones 2.0 para encuestar a las personas durmiendo a la intemperie de Croydon luego de un año. Mientras que buscamos aumentar el involucramiento a través de todos los grupos en Croydon, mi experiencia en Bruselas me recordó el poder del involucramiento de voluntarios y el impacto que puede tener la comunidad trabajando conjuntamente.

[1] También conocida como ‘semana de registro’.


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